lunes, 12 de abril de 2010

De mayor quiero ser "consulting".

Durante la Semana de la Moda de París saltó la noticia de que Carine Roitfeld y su equipo estaban vetados en el desfile de Balenciaga por Nicolas Ghesquière. No es la primera vez que un crítico de moda o periodista del ramo es vetado en asistir a un desfile de algún diseñador de moda. Todos recordamos el incidente entre Marc Jacobs y Suzy Menkes o entre Giorgio Armani y Anna Wintour o los años que Prada prohibió la entrada en sus desfiles de Suzy Menkes por criticar de forma radical los estampados de Miuccia y decir de ellos que eran como las alfombras de su casa, en aquella época feista que tuvo Prada en los 90's.

A mi me encanta criticar, me chifla, y me gustan mucho mas las opiniones encontradas sobre los mismo temas, llevar la contraria y provocar, creo que provocar es lo que mas me gusta del mundo y ver las reacciones de la gente. Las críticas de moda y los enfrentamientos entre prensa y creadores son tan viejos como la misma historia de la moda. Chanel odiaba a muerte al editor de moda del Vogue Francés y se murió peleada con casi todos los editores de moda del planeta porque cubrían los desfiles de Ysl con la misma pasión que los suyos.

Esta vez el conflicto no ha sido por una mala crítica o por falta de prendas en los editoriales de la edición francesa de Vogue, esta vez el conflicto se ha producido por algo tan increíblemente estimulante como es el espionaje industrial, me encanta. Chanel le hacía firmar a sus empleadas, desde las premières hasta las costureras y las petit mains, un documento en el que se les prohibía desvelar cualquier detalle de la colección y alguna clienta intentó en su momento sobornar a alguna costurera para que le contara , ávida de información, en que estaba trabajando Mademoiselle.





Ahora esto se llama espionaje industrial, como en una película de James Bond en la que la banda sonora no la canta Shirley Bassey sino Lady Gaga, el equipo de Balenciaga le prestó un abrigo a los chicos de Vogue Paris para fotografiarlo en un editorial y milagrosamente el abrigo terminó en Milán en el cuartel general de Max Mara, que desde los 90's no levanta cabeza de los abrigos camel que lleva produciendo desde los 70's. Hasta aquí esto sería anecdótico si no fuera porque Carine Roitfeld ejerce de consultora para los chicos de Max Mara...bueno para Max Mara y para casi todas las firmas que salen fotografiadas en los editoriales de la revista.


Carine trabaja para Max Mara, seguramente también para Balmain y para Givenchy como en su día lo hizo para el Gucci y el Ysl de Tom Ford. Anna Wintour mantiene una estrecha relación con Oscar de la Renta y aquí en España, Julia Martinez-Musa la super- editora de moda, icono de estilo patrio y jefa de estilismo de la revista Telva, lo hace con Nicolás Vaudelet de El Caballo y antes lo hacía para Javier Larraínzar, el verdadero enfant terrible de la moda española.



Ejercer de consulting y trabajar como editora de moda de una revista o directora de la misma apriori debería estar prohibido, es como ser Juez del Tribunal Supremo y juzgar alguna reclamación particular, seguramente en derecho esto se llama prevaricación, cohecho o proxenetismo.

Es una nueva moda ésta muy peligrosa a la par que altamente rentable para los consultores, una profesión en la que tu trabajo consiste en opinar sobre lo que otros han ideado, construir un estilismo que a veces en lo único que consiste es en añadir unas gafas de pasta enormes sin cristales a un vestido o simplemente instar al diseñador a eliminar los forros para hacer mas atractiva y mas cool una colección que sino fuera así sería rancia o simplemente sosa.





Un trabajo que consiste en decir lo que te gusta y lo que no, sugerir temas, lucir ropas y complementos antes de que salgan al mercado (regalados) y mas tarde fotografiarlos para tu revista mientras con la otra mano alabas el buen trabajo hecho por...en realidad es tu jefe, el que te paga en tu segundo trabajo así que imagino que ni si quiera es delito, en realidad es tu obligación.

En estos tiempos de globalización en los que los periodistas tienen mas poder que los propios diseñadores, unos tiempos en los que el grupo presidido por Monsieur Arnault, el todopoderoso LVMH, acaba de adquirir tres cabeceras de prensa francesa, con el fin no sólo de expandir su holding sino de sellar para siempre cualquier atisbo de crítica a alguno de los desfiles del grupo echo de menos la independencia de la prensa y el talento enorme de diseñadores como Yves Saint Laurent que dejaba con cada colección con la boca abierta a prensa y a clientela.

Un trabajo maravilloso que sería ideal para mi que soy experto en alabanzas y en críticas destructivas y constructivas, lo dicho cuando sea mayor, no os engañéis falta mucho para ello, quiero ser consulting.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja! ¡Que pena que ya eres bien mayor para eso! Mejor sientate a criticar con las marujas que te rodean.

(qué fácil que es, ¿verdad?)

Gant Shoes dijo...

Wonderful post!

Sr Q dijo...

De ahí la alteración de la realidad que se da en el tema Vogue París - Alt - Balmain - Isabel Marant - Marío dela Alt - Zanotti - Inez & Vinoodh ... la revista y su espíritu desdoblado en varias marcas y al contrario. Es terrorífico, sobre todo un coñazo.

Sr Q dijo...

El anónimo con vocación de tocapelotas seguro que forma parte de alguna de estas marcas consagradas españolas que oh, sorpresa, no tienen más que una tienda en la que adquirir sus maravillosas prendas.

ZEPETIT dijo...

Yo tambien me apunto al lio del consulting!!!

Zepequeña.

Gratistotal dijo...

menudo coñazo se está convirtiendo vogue paris gracias a esto del consulting!y por favor, llamamiento a paolo vasile: un salvame de la moda yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Anónimo dijo...

Aunque desconozco el tema, probablemente el concepto de consulting nació con la vocación de ser una opinión que instara a las empresas a innovar y crecer, bajo una perspectiva externa, ajena y con cierta independencia. Pero qué pasa, que en el marco de la moda todo tiende a desvirtuarse bajo una maraña de intereses económicos y presiones, una vez más... de manera que lo que empieza siendo de una manera (en esencia) acaba siendo de otra que no tiene nada que ver. No obstante debe estar bien, eso del consulting en moda.
Enhorabuena por el artículo sobre McQueen en la revista on line, me ha encantado.

Y permíteme saludar desde aquí a Sr.Q ;-)

Johnny Boy

E. Abaroa dijo...

Yo como troll-maruja (este anónimo cada día me da más ideas para autorealizarme) que soy, sería una consultora bastante mala; todo lo que no me gustara lo pondría a caldo y como me gustan cosillas contadas en este mundillo modil, me echarían de todos lados. Me gusta que Guesquière tenga un par, me encanta ese hombre. Criticonas al poder Lucioooooooooo, jajajajaja!!!

Di dijo...

¿Pero entonces está confirmado que lo de la lista negra fue por esto de Max Mara y no por el tema de no sacar lo suficiente su ropa en Vogue o mezclarla siempre con algo de Balmain?
Aunque yo sinceramente también creo más probable lo del espionaje.

Por cierto, cuanto tiempo si leer a Johnny Boy, creo que desde que el Quinqui quitó los comentarios (eso o que no comenta en los blogs que yo leo, que también ya me vale). En fin, que me alegro de verlo de vuelta :)

pd: palabra de verificación "kasper" (que hoy tengo el día fantasma)

Lee Van Cleef dijo...

A mi cada vez me da más mal rollo todo el equipo de Vogue Paris y eso que era muy fans de Carine yo allá por mediados de la década. A la Alt directamente le ponía pena de cárcel, que coñazo tan grande.

Anónimo dijo...

Di, muchísimas gracias por tu afectuoso comentario. Los blogs que sigo habitualmente se pueden contar con los dedos de una mano y muy rara vez comento. Efectivamente donde + "me veías" era en el del Sr.Q, que es mi ojito derecho del mundo blog, y como dió cerrojazo a los comentarios, pues ya sabes...
A tí te leo de vez en cuando, y casualmente en el desayuno de hoy he pensado en tí x el tema del concierto de Rufus W. El próximo mes viene a BCN y un compañero de la oficina irá solo a verlo, ha sido entonces cuando he recordado tu post de hace unos días.
Gracias de nuevo, te seguiré visitando.
un beso ;-)
Johnny Boy

Anónimo dijo...

Todavía existe prensa independiente. En determinados periódicos se escriben artículos muy críticos.

La razón de ser de Vogue y de otras revistas de moda no es el ser exclusivamente críticas, aunque puedan ejercer la crítica por exclusión; su trabajo es informar sobre las tendencias, aunque cierto es que el apoyo que ofrecen a ciertas marcas es crucial para su éxito.

Y, para acabar, supongo que te referirás a Arnault, no a Arnaud.



María

fashionfamous dijo...

Pedaso entrada! :)

¡Besitos fashionistas!

calamarin dijo...

Javier Larrainzar, seguro que también les hace firmar a sus costureras contratos de confidencialidad y no me extraña, si es que todo el mundo lo copia, tiene que estar harto el pobre...

Mandrágora dijo...

Esta genial el post! Y siempre me gusta como escribes, pero decir que Larrainzar es el Enfant Terrible de la moda española, espero que sea en sentido irónico. Además nunca jamas he escuchado a ninguna persona que haya trabajado con el, decir ni una palabra buena de el. Siento ser tan sincero, pero es una persona que no me gusta nada.

Lucio dijo...

Marycarmen, cariño, deja de dejar comentarios como anónima y firmalos, toda esta gente sabe que eres tú. Además es bueno dar la cara de vez en cuando sobre todo con lo que te cuestan tus lujosos tratamientos faciales de rellenos, debes amortizarlos enseñándolos. Besos Marycarmen.

Anónimo dijo...

¿Quién es Marycarmen? ¡Queremos saber!

Anónimo dijo...

esto pasa hasta en el gran grupo Inditex, donde también opina (con mis respetos) hasta la señora de la limpieza.