lunes, 30 de agosto de 2010

La lista de objetos, no completa, con los que Karl Lagerfeld ha convertido Chanel en el Moschino de nuestros días.

Las firmas de lujo huyen de las segundas líneas para no abaratar su imagen mundial aun dejando de ganar miles de millones de Euros. Chanel o Dior son ejemplos claros. No hay segunda línea en Chanel, al contrario, siguen manteniendo una férrea imagen de firma de lujo que no podrás adquirir en cualquier sucia tienda multimarca. Sus licencias de perfumes o gafas de sol, rara vez pueden encontrarse en lugares no escogidos por el equipo comercial Chanel, que está claro que quiere lo mejor para sus productos. Sus clientas, lo agradecen, ellas no quieren mezclarse con los otros, prefieren el trato amable, cordial y servil de una buena vendeuse en exclusiva que sepa cuales son sus caprichos para el otoño.

En la ultima década, la de la democratización del lujo, un montón de firmas, sobre todo italianas, se lanzaron alegremente a estampar su logo sobre todo lo que fuera comprable por una clase media cada vez mas interesada en "vestir bien", en tener unas tetas enormes, el vientre plano, tres niños, una casa aquí y otra allí, un plasma, tres coches y una niñera amish que educara a los niños. Firmas como Dolce&Gabbanna se forraron a vender camisetas, bañadores y gafas de sol, las ventas eran escandalosas pero tras veinte años en el negocio los Domenicos se dieron de bruces con la peor de las recesiones la que no es económica sino espiritual. Lo que ofrecían había dejado de gustar al peor público de todos, al que adora la moda pero se gasta mas bien poco o nada en ella, esos que crean opinión. Llevan mas de dos temporadas intentando recuperar ese look sexy sin ser cutre...todavía no lo han conseguido.

Chanel y Dior siguen siendo las firmas mas reconocidas por el público en general. Su imagen es conocida en todo el planeta y además no tienen necesidad de abaratar sus productos para hacerse con un público enorme pero que arruina la imagen de cualquier firma de prestigio...aunque hay veces que las firmas producen sus propias ruinas.

















Y no es que se me hayan olvidado muchos es que me he cansado de subir tanta foto absurda.

jueves, 26 de agosto de 2010

Las tendencias según Vogue.

Despellejar a estas alturas algo de las tendencias para el otoño es, a parte de una tontería, una pérdida de tiempo. Una tontería porque ya en internet se ha escrutado cada colección, cada detalle, cada bolso y cada peinado y una pérdida de tiempo porque ya todo está en las tiendas así que, como dice Mischa Barton, la suerte está echada.


Por otro lado desde esta humildísima bitácora es casi imposible que alguna tendencia que guste o no deje de comercializarse porque a mi o a otro apasionado de la moda, le guste o no. Aunque pensándolo bien, con suerte, puede que alguna que iba a caer en la tentación de dejarse seducir por la fiebre del nuevo largo de la falda a la manera de los años 50's la deje a un lado y caiga en las redes del nuevo boho-hippy-chic rollo del desierto con falda largas y pieles.


Me gusta mucho comprar los especiales de septiembre de las revistas para ver todo lo que veo en internet, casi en tiempo real, pero ordenado por lo que las revistas consideran tendencia.Para mi, que pertenezco a una generación a la que la Red ya pilló con pelos en casi todas las partes del cuerpo, es casi una adicción volver al papel. Con el tiempo mis gustos se han hecho mas exquisitos y ya no es suficiente el Vogue España para saciarme y adquiero con devoción cristiana, Vogue Usa, que para mi, hoy por hoy, es el que mejor refleja por dónde va a ir todo. En el fondo el vicio por el papel sigue siendo el mismo pero un poco mas sofisticado...o eso me hago creer yo.




Echando hace un rato un vistazo rápido lo que son las tendencias para el invierno por Vo
gue España, me ha llamado la atención lo poco que desde el magazine han ahondado en la esencia de la moda otoñal, cosas que son importantes para mi pero creo que no para ellos debido a sus compromisos con los anunciantes de la revista que son quienes pagan el contenido.

Para Vogue el hit de la temporada es el look años 50'S, Prada y Louis Vuitton. Seguramente Miuccia esté riéndose en su casa de todos estos que creen que disfrazarse de prota de serie de tv de los 50's o de los que creen que esto no va a calar en la calle, lo dicho, ella no se ríe, se descojona y se lleva la palma de vestir a mujeres, a las que tienen dinero para hacerlo y no quieren aparentar ni por ganas ni por necesidad tener 20 años. Para mi, una de las mejores colecciones de la temporada y como dice Vogue Usa ha convertido la moda en algo real y tangible para mujeres. Una colección alimentada por elementos del pasado que no parece vintage.




El camel, que es el color de la temporada yo creo que mas por clásico rescatable que por otra cosa, un color ideal para un abrigo caro de esos para siempre...vamos un abrigo camel de Max Mara de toda la vida. Me mosquea mucho que tras el abrigogate de Balenciaga que cayó, gracias al equipo de Vogue Paris, en el cuartel general milanés de Max Mara, ésta termine protagonizando la temporada de la mano de Freja Beha y dejando a todo el equipo de Carine vetado, veremos si es para siempre.

En tiempos de crisis los consumidores preferimos colores, siluetas y prendas en general duraderas en el tiempo. Me gusta el camel y me gustan mucho las colecciones de Hannah Macgibbon para Chloé y la Phoebe Philo para Celine, probablemente las dos que mas han abusado del color camel y las dos colecciones que mas van a ser copiadas. Dos colecciones para profesionales treinteañeras conscientes de su edad, moda copiable, real, bonita y por lo tanto muy poco estimulable de ver pero muy comercial.


Continúa Vogue España con otros hits ( para ellos) por un lado el color blanco, el encaje y el estampado de leopardo. Tres tendencias que no son tal ya que cada invierno son propuestas por los diseñadores, ofrecidas por las revistas y desechadas una y otra vez por los grandes retailers y en consecuencia por los consumidores que, uno: desechan el color blanco porque no es útil para días lluviosos y frios1, dos: el encaje no quita el frío y tres: el estampado animal en España está asociado con señoras mayores o con modernas estilistas que se creen Pattie Field.

Mi Vogue España con Miranda Kerr palidece al lado de mi Vogue Usa con Gwyneth Paltrow y hasta se sonroja. El Vogue de Anna y Grace es mucho mas consistente en sus propuestas. Sus estilistas, Marie Amelie Sauvé, Grace Coddington y Toanne Goodman ofrecen a sus lectoras pautas mucho mas férreas. Al equipo de Vogue les chupa un pie lo que sus anunciantes propongan, ellas dicen que para este invierno debes vestir en rojo, blanco y negro, fáciles de mezclar y básicos del otoño. Trajes de chaqueta para mujeres que trabajan y no quieren destacar por su elegancia si no por su profesionalidad, abrigos largos de corte clásico, vestidos reales que no minimalistas, pantalones de talle alto que cubren las caderas, pantalones para llevar con bodies, que son la gran apuesta de Inditex desde el pasado invierno, en definitiva, moda real que ya hay en todas las tiendas.


¿Conseguirá Amancio volver a poner de moda los bodies?. La respuesta es si.



Hay un editorial maravilloso, en realidad todos lo son, protagonizado por Rakel Zimerman y un caballo, fotografiados por Inez Van Lamsweerde y Vinoodh Matadin por las calles de N.Y. El edito refleja la vuelta de la capa. Hasta ahí todo normal. Las capas se han visto en un montón de desfiles para este invierno, desde Chloé hasta Fendi y son una alternativa útil y real al abrigo. Marie Amelie Sauvé, musa de Ghesquière, combina de forma magistral esta prenda con faldas por debajo de la rodilla, otra estrella de la temporada, con botas de tacón, chalecos de pelo, largos fulares y blusas de lazo. Sauvé y el equipo de Vogue le da una vuelta de tuerca mas a uno de los desfiles del siglo veinte que mas calado tuvieron en la calle en el siglo pasado.




Yves Saint Laurent, el maestro de los maestros, el rey del prêt à porter, el inventor del mismo, mezcló a mediados de los 70's, el folclore ruso, el look campesino y el chic francés, en uno de los desfiles mas recordados y atemporales del fallecido diseñador , una colección magistral que supuso una revolución de la época por novedosa y por el hondo calado que tuvo en la calle por mas de una década.

Faldas por la rodilla, color camel, abrigos largos de corte clásico...mi resumen de la temporada otoñal es la falta absoluta de originalidad, de propuestas rompedoras que combinen un estudio serio de los colores, de la silueta, de los tejidos. Algunos de vosotros estaréis pensando en el Balenciaga de Nicolas Ghesquière pero cuando Vogue Usa sigue inspirándose en un desfile que tiene casi cuarenta años para sus editoriales la cosa no tiene muy buena pinta.