jueves, 4 de septiembre de 2008

CONSUMO, TENDENCIAS Y DESECHOS.

Como seguro que habéis leído mi post sobre la moda de usar y tirar (el que no lo haya hecho es un cobarde y un marica envidioso) paso a la segunda parte del mismo.
¿Consumimos las tendencias en España a una velocidad trepidante? La respuesta es si. Gracias a Zara, y a nuestra antigua bonanza económica, España se convirtió a finales de la década de los noventa en una enorme tienda de ropa y complementos. Ya no nos conformábamos con unos vaqueros una camiseta y unas zapatillas, llevábamos demasiados años de represión después de que la crisis económica post Cobi y Curro. Así que en cuanto pudimos nos lanzamos hambrientos a comprar todo lo que nuestro poder adquisitivo nos permitía, desde casas hasta coches y por supuesto moda a lo bestia. Ni siquiera comparable a el locurón por el diseño de los primeros ochenta, claro que en aquella época eran tres los que podían adquirir algo diseñado previamente por alguien que no fuera la modista del barrio via-Burda.


En mi modesta opinión (para nada modesta) eso nos hizo mas daño de lo que nos benefició convirtiendo a un país en pañales en un país snob con algo tan frívolo como la moda, es decir con vestirse y calzarse. Esa rueda comenzó a girar cada vez mas rápido, todo el país quería tener unas gafas de sol de trescientos euros un bolso de quinientos y un culo increíble después de haber parido a tres churumbeles rubios platino. Todos nos hicimos expertos en moda hasta el punto de consumir tendencias del otoño en pleno verano para ser los primeros.


Y que levante la mano quien no se sienta identificado!! Porque sin ir mas lejos ya hemos desterrado de nuestro armario los palestinos, un pañuelo al cuello que se puso de moda el 27 de febrero del 2007 y desechamos ese mismo otoño, o las Converse All Star que perdieron la batalla frente a las Vans, o los pantalones cargo (gracias también a Ghesquière) o los minichalequitos con bufanda estrecha(esto gracias a Jude Law, gracias Jude) o look neo-folk o los leggings (gracias Lindsay) o los sombreros borsalinos, el locurón dorado-plateado, los pitillo, las bailarinas, los Fornarina, Energie, etc. Y esto sólo es lo que recuerdo. Lo compramos lo usamos dos días y lo olvidamos como olvidamos los nombres de los concursantes de OT, GH,X Factor y otros realities por el estilo.


No creo que haya un país de la Unión Europea que consuma ni esté tan al loro de la moda como España. Y no meto en el mismo saco ni a los franceses y los italianos que poseen criterio y no se lanzan como urracas a todo lo que brille sino que en ellos forma parte de su día a día desde hace muchos años, allí es una industria con importantes ingresos para sus respectivos países y eso se nota.


Si ya lo dice mi jefa borrascha que parecemos un país de Europa de Este recién liberado del yugo comunista. ¿O es que no habéis fijado en los inmigrantes de Europa del este llenos de brillos y de camisetas de D&G plateadas? Son geniales porque son inocentes y creen que eso es Europa, una visión completamente alterada por la televisión por satélite. Tiene su gracia y es tierno, lo que no tiene disculpa es nuestra aptitud hacia la moda y las tendencias, somos muy paletos corazones.

Punto y aparte: la Duquesa de Alba es muy grande y muy jot, y me encanta que lo sea.

Otra cosa: Hollywood nos ha devuelto a Britney normalizada, medicada, delgada, con su pelo natural y con bragas, gracias. Y dos, Pamela Anderson y Mickael Jackson salen juntos. No en serio, qué haríamos sin Hollywood?.