martes, 9 de diciembre de 2008

Bluffs de ayer y hoy (que no de mañana).

Fin de semana estupendo cuidándome la piel, comiendo todo el puente como si no lo hubiera o hubiese hecho en la vida, bebiendo alcohol sólo o en compañía de otros y probándome modelos para estas fiestas taaaan entrañables. Un puente de zumos de naranja natural con vozka y miradas furtivas, un puente como debe ser. Nunca he hablado aquí de mi dermatólogo que es muy genial, o al menos a mi me lo parece. A estas alturas es amigo cuasi íntimo y se pasa por casa con regularidad entre otras cosas a venderme todo tipo de potingues que me encantan. Me ha hecho una limpieza de cutis brutal, se me ve hasta el cerebelo.

A lo que voy, he estado pensando este fin de semana el mogollón de creadores de origen asiático que veo en todos los sitios, la mayoría de la gente es fans a lo bestia del puto Alexander Wang. Y es que cuando Vogue Usa se propone que sintamos filia por alguna etnia en particular no hay quien los pare, y echaros a temblar porque motivos (económicos) no le faltan.


Uno que es mas viejo que Matusalem ya ha vivido historias muy parecidas a estas. El equipo Wintour es un eficaz cazador de economías emergentes y un gran creador de corrientes de opinión. No os dais cuenta que desde hace que dos o tres temporadas no hacen mas que meternos por los ojos nuevos diseñadores de origen asiático pero nacidos en USA. Es muy curioso porque ahora que su mercado necesita nuevos lugares donde vender sus supuestos diseños innovadores y frescos surgen estos diseñadores que son hijos o nietos de los que ahora son superpotencia mundial y creadora de todo tipo de artículos de todo a un euro, China.

En el marco sociocultural en el que vivimos el equipo de Vogue se ha dado cuenta de que promocionando su moda made in USA puede abrir un mercado creciente como el asiático que estaba vedado hasta hace poco a productos netamente europeos, como el italiano y el francés que fueron los primeros en vender en Asia. La Wintour ya ha empezado a mover sus hilos (vía consulting) imponiendo a Takoon como director creativo de la firma Bill Blass, creo que ya lo han despedido. La pobre cree que todavía tiene el poder de antaño cuando imponía a los diseñadores británicos para diseñar viejas casas de Costura Francesas.


Recuerdo cuando en Vogue Usa a raíz del tan sonado BOOM LATINO, promocionaban sin descanso a la nueva hornada de diseñadores latinos, Víctor Alfaro,María Cornejo, Narciso Rodriguez, Sebastina Pons, Miguel Adrover o Enrique Martínez y muchos mas de los que no recuerdo el nombre, aparecían en la revista a mediados de los 90 como ahora lo hacen los asiáticos. Sólo sobrevivió a aquel boom Narciso (Chicho) Rodríguez que sigue anclado en lo mismo que hacía hace mas diez años aunque le haya metido un gol a muchos de sus colegas colando uno de sus diseños en el armario de Michelle Obama.

Tampoco se me ha olvidado cuando les dio por Brasil, que también es potencia emergente, y a parte de no ver a otra cosa que modelos de ese país,descubrimos por casualidad a firmas como Rosa Cha, Colcci, o Cia Marítima, que ya tuvieron su propio corner en Bloomindale's o Begdford and Goodman en cuanto salieron en las páginas de la revista.

Philip Lim, el propio Wang, Derek Lam, Doo.Ri,Hanni Y,Jason Wu,Jefrey Chow, Koi Suwanngate,Naoki Takizawa, Peter Som, Thakoon,Tsumori Chisato, Vera Wang y Vivienne Tam son algunos de los nombres que pueblan ahora las páginas de la revista, pero ¿cuánto tiempo lo harán?. Por poco, en menos de cinco años mas de la mitad dejarán de salir en prensa, ya lo veréis.

Me hace gracia leer algunos post sobre Alexander Wang como si hiciera algo novedoso o extraordinario cuando aquí, en Europa, tenemos diseñadores emergentes mucho mas interesantes, y no, no hablo de Roberto Tisci o Christophe Decarnin hablo de trabajos realmente interesantes que no explotan modas pasadas haciéndolas pasar por nuevas. Estos dos, Tisci y Decarnin, son fruto de la presión que ejerce la Wintour francesa, Carinne Roitfeld ,para resucitar firmas a base de carne fresca, y mirad chicas, nos salió muy bien con Galliano y Dior pero es un caso excepcional, pero lo de Tisci con Givenchy y lo de Decarnin con Balmain clama al cielo, son dos bluffs como la copa de un pino.

¿Me ha salido un post raro o sólo me lo parece a mi?.