lunes, 5 de enero de 2009

I'm back bitches!!!.

Qué ganas de 2009 corazones!.

Estoy muy descansado tras las vacaciones, he dormido en mi antigua cama durante todas las Navidades, he vuelto a probar la comida de verdad y he saboreado el calor del hogar, he vuelto a disfrutar de la familia y de los antiguos recuerdos de la infancia, del olor a madera, del fuego de la chimenea, del Nacimiento, del Niño Jesús y todo.

Ha sido una cosa inexplicable. La Nochebuena ha sido de jersey de cuello vuelto de lana gorda, de perlas, de consomé, de charlas con risas falsas y carcajadas ahogadas, ha sido de sofás en los que uno no puede tumbar, de mantas que no abrigan (sólo adornan), de butacones tapizadas (en los que uno no puede sentarse), de enciclopedias que nadie abre, de manteles de hilo y de flores de Pascua, de regalos que no quieres y besos al aire. Y es que en la casa museo de mis malvadas tías nada es lo que parece, todo está ahí para adornar, para que ellos parezcan lo que no son y los visitantes disfruten de la visita y vuelvan a sus casas envidiosos de lo que no tienen, una casa y una vida de mentira, una casa en la que me crié y crecí creyendo firmemente que no era el lugar al que pertenecía.


El mejor bálsamo para paliar las navidades en casa de mis malvadas tías es una buena botella de Bombay y unos porros que me he pillado para la ocasión, hacía muchos años que no me drogaba como me he drogado estas navidades, y la verdad es que la droga engancha y te anula como persona, te aisla y te causa unos efectos secundarios terribles en tu organismo...estoy dispuesto a asumirlos. Cada mañana después del desayuno me fumaba un porro de hachís para afrontar el día con energía (osea con poca), he ido al súper colocadísimo, a la farmacia y al estanco, he ido a comprar regalos muy fumado y he comido turrón (como si el mundo fuera a acabarse mañana).

La Nochevieja ha sido mas de lo mismo, mis malvadas tías y su malvados vástagos han organizado una cena (divertida según ellos) con invitaciones especiales de gente a la que le conviene invitar, gente con la que es correcto ser vista, gente que por otro lado es agradable de trato pero que son tan antagónicos a uno mismo que ni siquiera la buena educación consigue hacer encajar.



Mientras ellos hablaban de la La Gran C. de ZP, del inteligente discurso del Rey en Nochebuena(?) yo pensaba en el tamaño del miembro viril del padre de la animadora de Heroes, mientras ellos departían sobre lo mona que va siempre Ana Gamazo yo pensaba en follar en plan cerdo con François Sagat.



Ha sido horrible, nunca mais.