viernes, 11 de julio de 2008

CHANEL Y CHANEL VOLUMEN NÚMERO...? VETE TÚ A SABER QUÉ NÚMERO HACE!!

A Chanel le daba un miedo terrible la soledad, pese a que a lo largo de su vida estuvo acompañada de amigos, amantes y gorrones en los ultimos días de su vida solamente tenía la compañia de su camerera del Ritz, de su chófer y de su amiga Maria Helène Arnaud que ejercía de directora de casting de la época, en verdad la ayudaba a encontrar modelos. A Chanel le gustaban sobre chicas de clase alta bien alimentadas que aguantaran sus interminables pruebas y sus incisivos comentarios. Si las elegía de clase alta era para que lucieran vestidos prestados en fiestas, puro marketing.


Hasta su apartamento de la Rue Cambon estaba decorado para que no apeteciera salir de allí, era un lugar para recibir pero pocas veces durmió en él, sólo recibía allí cuando organizaba cenas, pero en sus ultimos días ya no ocurría esto todas sus amistades habían muerto. Su casa estaba llena de biombos Coromandel, de los que se había enamorado la primera vez que los vió, consecuencia de la moda chinoiserie de principios de principios de siglo, le chiflaban esos biombos, creaban ambiente acogedores, su acabado lacado y sus flores decoradas daban un aspecto íntimo, era un apartamento muy barroco había desde un meteorito que había caido en China, hasta el busto de un ciervo.

Ella fue la mas longeva de su círculo de amigos, había enterrado a su mejor amiga Misia Sert, a la que maquilló y peinó para que nadie la viera fea, había enterrado a Jean Cocteau y brindado por su muerte con los que aun quedaban vivos, había enterrado a parte de su familia (en la distncia, lo que tuvo fue constancia de su muerte) y a algunos ex amantes como Bendor o Stravinsky.


El día de su muerte estaba sola en el Ritz, encima era domingo por lo que no pudo ir a trabajar, gran ironía de la vida una mujer que odiaba los días en los que no se trabajaba, aun así convenció a varias empleadas para que se trasladaran a los talleres, era muy graciosa porque improvisaba vestidos con las cortinas de las habitaciones del hotel para que luego sus modistas lo transformaran en vestidos maravillosos. Vamos que tenía un desorden de la personalidad que se llama hiperactividad.

Fue enterrada en Lausana en una tumba con cinco cabezas de león, su numero de la suerte y su signo del zodiaco.

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