El primer desfile del día es el del presidente de la Asociación de creadores, el grandísimo modista español Modesto Lomba, que ha caído recientemente en las garras de la vigorexia y otros transtornos.
A lo que voy, rosa chicle, silueta despegada del cuerpo, futurismo y patronaje cuanto menos complicado, aunque esto no quiera decir que sea bueno, sólo que es complicado. Segun mi modesta opinión (que ya sabéis que no lo es para nada) sigue estancado en el rollo Balenciaga- Ghesquière de las últimas temporadas, mira no me entusiasma.
Juan Duyos, Duyos para los amigos. Su colección parece partir de un rayo (?) este es el hilo conductor de su colección, insisto un rayo. Un rayo(?) que aparece en vestidos shorts, maillots y otras cosas extrañas. Directamente no hay por donde cogerla, ni siquiera es pretenciosa y no se parece a nada. Juan no copia aunque a veces mas le valdría fusilar alguna tendencia de fuera...si lo habéis visto lo entenderéis, colores maquillaje poco favorecedores y rollo experimental para huir en dirección contraria. En cuanto a la silueta , mamma mia!. No tengo nada bueno que decir sobre esta colección, bueno si, que me da pena que tenga que ser patrocinado por un desodorante y que tenga que diseñar un contenedor para sobrevivir, pobre Juan.
A mi Ailanto me gusta. Me mola porque tienen puntos de venta, porque venden ropa, porque saben lo que hacen y no lo disfrazan de creación, son conscientes de a quien se dirigen y por lo tanto su propuesta es seria, ni son avant garde ni se creen que van a cambiar las tendencias, y eso me gusta, mucho. El estilismo de esta colección se basa en las etnias africanas y en el colonianismo. Las chicas están guapas con sus estilismos entre infantiles y hippies. Me gustan sus pantalones bombachos muy en voga gracias a Pilati, incluso incorporando esto a su colección de verano no la basan sólo en eso si no que la integran perfectamente en su propuesta de verano, que sin ser maravillosa es sosegada y muy muy ponible.
Fernando Lemoniez es muy atractivo, no os asustéis, lo digo por decir algo bueno y decente de esta colección que no hay por donde cogerla, no me explico que hace desfilando aquí. Su propuesta se basa en vestidos confeccionados sobre la marcha sin ninguna coherencia entre ellos, con un estilismo inexistente, unos sombreros completamente absurdos y unos cinturones y collares en forma de flor que parecen justificar esta colección, mala, aburrida, rancia y sosa, muy sosa. Probablemente estos cinturones- joya los haya creado de la mano de una firma joyera que será quien paga todo esto. Fernando muy mono y muy pijo.
Victorio y Lucchino, los creadores sevillanos con nombre italiano han propuesto algo cuanto menos agresivo (por lo menos en cuanto al maquillaje) una colección muy arriesgada, no por lo que proponen, que pasaría desapercibido fuera de aquí, sino porque huyen de sus clásicos renovados, es decir huyen de los volantes, los lunares y su folclore andaluz, algo muy arriesgado para una firma que basa su fama cien por cien en ello y que les hace identificable para cualquiera. El resultado final después de estas alabanzas, es que hay cosas que están muy bien pero para innovar con las siluetas hacen falta muchos medios y mucha pasta, y aquí no hay. Por una lado hay siluetas muy soft con estampados de flores muy bonitos y por otro una silueta muy hard- core ochentera con cazuelas en los pechos, muy Proenza Shouler, no me gusta en ellos, copiados menos. Lo de chico está muy bien y Jon K. cada día está mas guapo.
Amaya Arzuaga. Es muy interesante el trabajo de las diseñadoras mujeres, casi todas conocen los trucos para que otras mujeres estén guapas, las hay que lo hacen basándose en conceptos evidentes, como A. Ferretti que no defrauda jamás, y las hay que lo hacen mas complicado. Amaya Arzuaga es de las segundas.
Las chicas muy guapas que conozco pasaron en su juventud una etapa feuna que consistía en disfrazarse de feas para resultar igual de atractivas, para unos años después volverse arrebatadoras y espectaculares, sin avergonzarse de su físico. Las chicas feas, tras pasar una etapa, al igual que las guapas, de feismo y de esconder el cuerpo, han aprendido con los años a sacarse partido, enseñando pierna, escote o espalda. Y aquí es donde se nota el trabajo de años en sus propios estilismos. ¿U os imaginais a esta chica vestida de rosa chicle con un vestido de flores?. Su ropa no es fácil pero es diferente y muy trabajada, además de que la confección de las prendas es impecable. No se puede quejar nadie de su gabinete de prensa de lo que digo que es todo un halago.
Angel Schlesser. El desfile en si mismo no es nada del otro mundo, las siluetas que propone siguen la estela de los principales creadores europeos y americanos, me atrevo a decir que Angel es nuestro Mickael Kors particular, viste a mujeres sofisticadas y pijillas que no pueden pagar Lanvin. Hay vestidos muy monos estampados en azul y verde, hay blusas y faldas, la verdad es que miro con otros ojos el desfile de este buen hombre porque posee una línea de distribución muy importante en nuestro país y eso ya es mucho. No tienen un taller pomposo en el Barrio de Salamanca pero si tiendas desde Bilbao hasta Sevilla. Para mi esto es muy importante. En cuanto a la creación en si misma me quedo con unos bombachos rojos de un rojo rescatado directamente del infierno, maravilloso.
Ágatha Ruiz de la Prada es como el Día de la Marmota la grandísima película de Bill Murray. Una y otra vez propone lo mismo y saca a la pasarela una y otra vez lo mismo, todas su licencias con las que se ha hecho millonaria. Yo me he hartado de defender su trabajo, aunque venda mucho y se haya diversificado como si fuera Ralph Lauren o Calvin Klein. Ágatha no avanza y está estancada, igual es que le es tan rentable esto no está dispuesta a cambiar.
Bueno pues esto ha sido el primer día de Cibeles Fashion Week, un aburrimiento bastante notable en general y con muy poca chicha. Una pregunta, ¿quién se cree que la grandísima Marina Pérez ha pasado el control del índice de masa corporal? Yo, no.
