Es un fenómeno muy curioso porque según las teorías que relacionan moda y economía se supone que la minifalda y los colores claros se relacionan con épocas de bonanza económica, al contrario las faldas largas y los colores oscuros van relacionados directamente con épocas de vacas flacas.
Pues para la primavera del 2009 parece que todos los diseñadores se han propuesto que sea optimista, desde Galliano para Dior hasta Theyskens para Nina Ricci han creado trajes minifalderos o incluso vestidos, es el caso Ricci, que muestran las piernas en su mas absoluto esplendor.
Ya os digo que esto es sólo una teoría que parece que los creadores de aquí y allá han querido dar la espalda. Recuerdo vivamente durante los años de crisis económica que vivió nuestro país tras la Guerra del Golfo (y después de Coby y Curro) como las minifaldas caídas sobre la cadera con jerseys de cuello vuelto para el invierno eran lo mas entre las chicas, mezcla de la moda japonesa y gran influenciada por esta campaña de Versace que los retailers españoles no tardaron en copiar en todas sus versiones.
Ya os contaba aquí hace unos días como las firmas de lujo tipo Prada habían subido los precios, y es que el mercado del lujo sale favorecido de estas crisis mundiales en la que los ricos se hacen mas ricos y los pobres mas pobres, vamos lo que viene siendo el capitalismo mas bestial versión siglo veintiuno.
Era sólo eso una teoría.
