GALANOS, JAMES GALANOS.

Ya conté aquí hace meses lo hartito que estoy de la fiebre vintage y de este fenómeno que rescata a gente interesante como Ossie Clark y Celia Birtwell, que la verdad merecen ser recordados, y a gente bastante mas mamarracha que dio el campanazo una vez en su vida y vive de las rentas hasta el fin de sus días, como por ejemplo Hervé Leger, que acaba de volver a la palestra de la mano del gran empresario Max Azria (si, si el mismo que diseña la línea Tex de Carrefour).

Bueno pues la fiebre vintage ha devuelto a la vida a James Galanos de la mano de esa gran actriz que es la madre de Suri Cruise, Katie creo que se llama, yo es que soy refan de Suri Cruise Holmes, es la niña mas cool del momento superando con creces a la niña de Madonna (que está muy mayor) o las niñas de colorines de los Brangelinos (que son demasiado sport-casual para mi). Jo, cómo me enrollo, pues eso, que la señora Cruise ha devuelto al gran modisto americano a la palestra luciendo hace unos meses este impresionante vestido rojo con escote corazón y abertura lateral creado en los 80's, que me encanta y ha convertido a su portadora en una mujer, perdón, MUJER, dejando tras de si ese pasado oscuro de adolescente retozona con dudas existenciales que vive en los cayos (qué feo era Dawson!) y que se cuestiona desde el poder establecido hasta los calcetines que lleva, qué aburrida!.



James Galanos es de los pocos diseñadores americanos que ha hecho costura clásica, es decir que no ha diversificado su empresa vendiendo licencias para calzoncillos, pintura de la casa u otras mamarrachadas por el estilo, él ha creado maravillosos vestidos para la grandísima presidenta consorte Nancy Reagan, que decía que sus vestidos podían llevarse del derecho o del revés porque eran técnicamente perfectos, los acabados parecían adornos.


Trabajó en Hollywood como diseñador de vestuario, y en París aprendió los secretos de la costura con los mas grandes, en los años 50's fundó su propia firma en la que se dedicó a hacer lo que mejor sabe, vestidos de fiesta y trajes de cocktail, los mas caros de la época, sus clientas a parte de Nancy eran sobre todo princesas judías de Manhattan y luminarias tipo Diana Ross.

Su máxima aportación a la moda ha sido vestir elegantemente a gente con escaso gusto sin que parecieran unas mamarrachas, nada de excesos, en sus vestidos de cocktail y de noche no había nada excesivo ni ornamental, todo era elegante y de perfecta costura, sus acabados eran lo que daban importancia al modelo, nada mas.

En 1998 y tras mas de treinta años de carrera se retiró debido a los cambios producidos en la industria en la que no había espacio para un diseñador clásico con una producción mas clásica aun. No obstante ha sido galardonado por sus compañeros y hoy en día sus vestidos siguen siendo objeto de exposiciones retrospectivas. Por cierto, no está muerto, ahora se dedica a la fotografía y colabora con la revista W de vez en cuando desde su mansión de Palm Beach.